... lalala soy felizz, aunq mi querida Gabrielle no podrá venir la semana que viene, si Dios quiere a cambio iré yo a ella *-* wiii hace rato queria ir a visitarla nuevamente! IMAGINATE AMOR! Mordeduras, Sangre y Vampiros, todo en SEMANA SANTA! somos pecadoras! LOL omg finalmente iré a visitarte otra vez, y esta vez me quedaré en tu casa ♥ no más hotel, eso significa que me despertaré y dormiré a su lado *-* 24horas juntas! XDDDDD te cansarás de mi :B te dejaré anémica (?) ajaja asi era? xP no me convence esa palabra LOL y claro que habrá conexión en su pieza ;) jajajaja usted me entiende XD será la mejor semana "santa" de mi vidaaa, wii veremos las dos peliss *-* y quien sabe que más omg, XD MIKKARAM A FULL♥♥ LESTAT Y GABRIELLE SE JUNTARÁN DE NUEVO *O* haremos la continuación del libro AJAJAJAJA se venderá más q los otros LOOOOL ahaha no puedooo esperar *w* mamiii, bueno ya es más que mi madre LOL Lestat ama a Gaby♥
antes de despedirme, dejo esto :B
antes de despedirme, dejo esto :B
Lestat y Gabrielle: Beso de Sangre
La tomé en brazos y cerró los ojos. Empujando un poco más hacia un lado la tapa del sarcófago, la deposité en su interior dejando que sus flácidos miembros adoptaran una postura natural y grácil.
Sus facciones ya dormidas se habían dulcificado, y los cabellos enmarcaban su rostro con los rizos de un muchacho.
Muerta parecía; muerta, roto el hechizo.
Continué mirándola.
Hinqué los dientes en la punta de la lengua hasta sentir el dolor y probar la sangre caliente de la herida. Después, inclinado sobre ella, dejé que la sangre cayera hasta sus labios en pequeñas gotas brillantes. Sus ojos se abrieron. Añiles y brillantes, se alzaron hacia mí. La sangre fluyó a su boca entreabierta, y muy despacio, levantó la cabeza al encuentro de mi beso. Mi lengua penetró en su boca. Sus labios eran fríos. Los míos, también. La sangre, en cambio, era cálida y fluyó entre nosotros.
- Buenas noches, querida mía - dije - mi oscuro ángel Gabrielle.
Cuando me separé de ella, volvió a caer en el silencio y la inmovilidad. Corrí la piedra sobre ella.
Sus facciones ya dormidas se habían dulcificado, y los cabellos enmarcaban su rostro con los rizos de un muchacho.
Muerta parecía; muerta, roto el hechizo.
Continué mirándola.
Hinqué los dientes en la punta de la lengua hasta sentir el dolor y probar la sangre caliente de la herida. Después, inclinado sobre ella, dejé que la sangre cayera hasta sus labios en pequeñas gotas brillantes. Sus ojos se abrieron. Añiles y brillantes, se alzaron hacia mí. La sangre fluyó a su boca entreabierta, y muy despacio, levantó la cabeza al encuentro de mi beso. Mi lengua penetró en su boca. Sus labios eran fríos. Los míos, también. La sangre, en cambio, era cálida y fluyó entre nosotros.
- Buenas noches, querida mía - dije - mi oscuro ángel Gabrielle.
Cuando me separé de ella, volvió a caer en el silencio y la inmovilidad. Corrí la piedra sobre ella.
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